Carmen, todos nos solidarizamos contigo leyendo el relato de vuestro viaje, con el corazón en vilo y haciendo fuerza para que no fuera tan complicado. Al final y gracias a gente estupenda que os ha ayudado, habéis llegado sanos y salvos a vuestra casa.
Gracias a todos los que han hecho posible este viaje tan tan largo.
Sabemos que Bruno ya está corriendo por Escocia con su nuevo compañero Tobi, y que no para de conocer nuevos sitios y nuevos animales, se ha portado muy bien en el viaje, claro que contando con la paciencia y el buen humor de Carmen.
Queremos dar las gracias en especial a un taxista de Málaga que le ha ayudado en esos momentos tan duros en que ella y Bruno, solos en el aeropuerto, intentaban subirse por fin al avión que les llevaría a casa.
Permitirme que trasncriba parte de la carta de Carmen donde cuenta el encuentro con Salvador, un hombre que hace honor a su nombre.
Carmen escribe :
Al plantarme en la parada de los taxis en el aeropuerto nadie queria llevarnos. Hubo hasta una pelea, Un taxista de Malaga llamado Salvador, nos salvo a Bruno y a mi de no perder el avion. Se ofrecio a llevarnos a donde fuera con tal de que los dos, Bruno y yo, pudieramos coger el avión. Nos llevaría hasta el final del mundo si fuese necesario. Dejó que Bruno subiera en el taxi. Metimos el transportin en la parte trasera y salimos disparados. El tiempo se estaba agotando. LLegamos a la terminal y mientras yo me ocupaba de todos los papeleos, él estuvo con Bruno acariciandole y entreteniéndole. Estuvo esperándome todo el tiempo. Una vez que Bruno tuvo luz verde para salir, Salvador me llevó como un rayo de nuevo al aeropuerto de Málaga. Ese dia Salvador fue nuestro angel de la guardia, ya que donde ningun otro taxista quiso llevar a esta chica con su perro y su enorme transportin, el no dudo dos veces en ofrecerse para que llegaramos a nuestro destino como fuese.
Creemos que para Salvador también fué un día especial porque ha escrito este poema para la ocación:
AL PERRITO BRUNO
A ese perrito Bruno,
Tan lindo y juguetón
que subió a mi taxi un dia
cargadito de ilusión
al ver que aún existen personas
con enorme y tierno corazón.
Ladra perrito Bruno,
ladra sin descansar,
hoy vuelas hacia una nueva vida
para ti llena de amor y felicidad.
Salvador, un taxista de Málaga.
De parte de Ddevida queremos decirles una vez más gracias, gracias a todos los que habéis hecho posible este final feliz.